domingo, 26 de julio de 2009

Crónicas de un viaje anunciado: Segunda parte

Prefacio

Por fin había llegado a mi destino final: Georgia, Atlanta. Mi residencia por los próximos diez días...No había duda de que me encontraba en Estados Unidos. Todo estaba en inglés. Parecía todo irreal. Trate de controlarme lo más posible, pero mi corazón estallaba de alegría, tenía un cóctel de emociones en mi fuero interno que podía estallar en cualquier momento..Aún no había sentido el choque cultural...pero no había duda de que estaba a punto de sentirlo...

Impresiones..

Seguí a las personas que salían de la manga del avión, el aeropuerto de Atlanta estaba vacío. Éramos el último vuelo en llegar. Pise mi residencia por los próximos días a las 12.00 (hora del sur), el viaje fue muy rápido parecía que el piloto tenía que ir al baño o algo así, me parece que le puso nitro...No sabía que hacer, pero un refrán cruzo raudamente mi mente: "Al lugar donde fueses, hacer lo que vieses" ... y bueno seguí las instrucciones de aquél refrán...Me encontré con una familia que estaba en la misma situación que yo (eran de Miami, eso lo deduje por su forma de hablar y por el color de su piel, era la primera vez que estaban en Atlanta)...Mi única crítica a este Aeropuerto es que tienes que pagar cuatro dólares para poder usar el carrito de equipajes....Estaba tan molesto en mi fuero interno, pero que iba a hacer...me habían dicho que el Aeropuerto es el más grande de Estados Unidos y tenía dos maletas grandes y una de mano, así que caballero no más tuve que tragar mi molestia y pagar los benditos cuatro dólares, sin antes presentar mi queja respectiva a la familia de Miami.... Traté de llamar a mi casa pero el teléfono se trago mis dos dólares (En ese momento pensé que todavía me encontraba en Lima)... hasta que por fin pude comunicarme con mis tíos... estaban ya cerca...así que aproveche el tiempo que tenía... entre al baño. Me acicale un rato. Me asegure que no hubiera nada alrededor y dejé estallar el cóctel de emociones que llevaba dentro....

Me vino a recoger mi primo, mi prima y la amiga de mi prima.... los salude y en mi fuero interno me arrepentir de la forma en que lo hice (todavía tenía la mitad del cerebro en Perú y bueno salude a la amiga de mi prima como lo hago siempre acá con mis amigos....pues se imaginaran que fue con un beso en el cachete...ella me quedo mirando yo también y le pedí disculpas, pero me dije trágame tierra para mis adentros....PRIMER CHOQUE CULTURAL...)Mi tío estaba en el carro de mi primo, subimos al carro y salimos del Aeropuerto pasamos por la súper autopista de Atlanta hacia "mi nuevo hogar"... La carreta era súper amplia, estaba despejado, árboles por todos lados (estaba esperando por algunos minutos que alguna combi, custer bus pasara por mi costado, que tocara el claxon y escuchar la voz chillona del cobrador....pero espere, espere y nunca pasó...es que estaba en Atlanta...)Llegue a la humilde casa, llame a Lima solo a decir que había llegado tranquilo...mi tío me dijo donde estaba mi cuarto...antes era un garaje pero ahora tenia un par de sofás, una pequeña mesita y una cama grande en un rincón (perfecto para mí)...deje las maletas en los sofás me cambie de ropa y me tire en la cama....hasta ese momento no había asimilado el hecho de que había estado despierto casi 24 horas....me obligue a dormir, porque las emociones empezaban a borbotear en mi interior y en cualquier momento podían estallar y no quería levantar a mi querida familia....

y así termina mi primer día en Estados Unidos, entre maletas aviones y aeropuertos.....todavía queda mucho por contar, pero el tiempo es tirano...así que esperen la próxima entrega de esta crónica...espero que sea la última....

P.D: Sorry por demorar tanto en escribir esta segunda parte... pero quería acordarme de todos los detalles posibles para poder enriquecer este crónica lo más posible....gracias por los comentarios y por pedirme esta segunda parte...gracias por su paciencia...todavía falta mucho por contar..... Deja tus comentarios, gracias!!

domingo, 19 de julio de 2009

Crónicas de un viaje anunciado: Primera parte

Prefacio

Tenia mucha razones por las cuales realizar este viaje. Nunca me había subido en un avión. Nunca había volado a miles pies de altura. Nunca he conocido Estados Unidos. Puede ser tan solo un pretexto para alejarme de la jungla de cemento que es Lima, para poder por fin encontrar un lugar tranquilo, donde mi mente pueda ser desintoxicada de esta Lima gris. Puede ser una forma de celebrar el primer aniversario de este blog en la web. Pero fuese cuál fuese el propósito lo único que puede decir es que este viaje se me era impuesto por necesidad.

Acompáñame, amado lector, ha poder descubrir lo bueno, lo malo y lo feo de esta tierra...

Entre maletas, aeropuertos y aviones.

Mi reloj me levanto a las 3.30 de la madrugada. Menos mal había hecho mis maletas el día anterior. Mientras me arreglaba para el viaje mi mente empezaba a divagar. No podía creer que estaba a punto de dejar mi tierra. Pero me consolaba la idea de que era tan solo por diez días y de esa manera tendría que escribir menos en mi blog (pronto me daría cuenta que me equivoque).

Dentro del aeropuerto cogí mis maletas. Las metí en un coche de carga y avance con pasos firmes, de la misma manera que había visto hacer a miles de personas antes.

Luego de haber hecho todas las formalidades para poder viajar, tome el último desayuno en Lima, junto a mis padres, y aún no podía creer que ya estaba partiendo. En la sala de embarque número 19 estaba mi destino así que pasé todos los controles habidos y por haber con tal de alcanzar dicha meta. Estando sentado en esta sala, esperando a que me llamen, sucedió algo maravilloso. Fue en ese momento cuando lo vi por vez primera, estaba enfrente de mi. Aquél ave de acero que solo había leído en las novelas y visto en las películas: Grande, imponente... simplemente majestuoso.

Eran más grande de lo que imaginaba y no solo era uno. Había decenas de ellos por todos lados, todos con grandes turbinas a los costados... Pero no solo fueron aquellas naves la que llamaron mi atención sino también fue una personita. Vi que también tomaba el mismo avión nada menos que: Lurdes Flores Nano. Se veía mas flaca que por la televisión. No sé si es que este será su nuevo método para poder ganar las elecciones del 2011 o simplemente confirma que la cámara siempre engorda. Lo único que note es que ella viajaba sola, igual que yo...

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Dentro del avión, me habían dado un asiento cerca al pasadizo. Pero el señor que estaba a mi costado me pidió que cambiara mi asiento por el de su esposa, el cuál estaba junto a la ventana y cinco filas más adelante. Acepte sin pensarlo. Es que lo que más quería era poder mirar el cielo azul...el despegue me sorprendió por un momento y abrió mis oídos. Era como subir a un elevador solo que este llega a subir miles de miles de pies de alturas. Sentir como es que esta nave de acero se abría paso entre las nueves fue simplemente mágico.

El viaje de Lima a Miami fue muy hermoso y tranquilo. Pude dormir hasta que me despertaron para servirme el desayuno. Luego de comer seguí durmiendo hasta que el frío del aire acondicionado me despertó. Miraba por la ventana y simplemente estaba maravillado, no encuentro palabras para poder describirlo.

Llegue al Aeropuerto Internacional de Miami a la 1.00 de la tarde, hora de mi celular de Perú, lo primero que hice fue adelantar la hora. En Miami eran las dos de la tarde. Pensé que las revisadas se acabarían, pero era tan solo el comienzo. Tuvimos que caminar un largo trecho para llegar a donde estaban los oficiales. Tu futuro esta literalmente en sus manos, ya que ellos son los encargados de designar cuanto tiempo te quedas en su país y también pueden negarte la permanencia en ella, si es que así lo desean.

Me dieron seis meses de visa, aunque yo solo iba a necesitar 10 días. Luego a recoger mi maleta. Fue en ese momento cuando la volví a ver (me refiero a Lurdes Flores, por si acaso) Y pudimos conversar un poco. Lo que yo le dije y lo que ella me dijo me gustaría decir que quedaría entre nosotros y seria un secreto que guardaría hasta el último día que este en esta tierra...Pero para que engañarlos, solo la salude y ella me saludo como buena política que es, luego se fue a recoger sus maletas....ese fue el último momento que la vi.

Yo pase mis maletas por los rayos x. Menos mal no me dijeron nada por llevar tanto libros y revistas, pero es que así soy yo. No puedo vivir sin ellos, además en el fondo les había prometido conocer estados unidos... Tenía que tomar otro avión así que me apresure a dejar mis maletas en la zona de transbordos y pasar, por segunda vez, migraciones. Luego de sacarme los zapatos y dejar mis cosas personales en una bandeja, para que sean revisadas por segunda vez por los rayos x, pude seguir mi camino. Me dijeron que siguiera los puntos amarillos. Subí al segundo piso y había muchos personas chequeando sus maletas, no sabía donde ir. Así que procedía a acercarme a una señora para preguntarle sobre a dónde iba a ir, le dije en mi "perfecto" inglés que necesitaba tomar un avión para Atlanta, ella husmeó en sus papeles y me dijo que debía ir a la puerta de embarque número 40, o como fueron sus palabras: Gate D-40, luego un señor hispano se le acerco y empezó a preguntarle cosas en español, la misma señora lo miro y le dijo de un tono tan amargo y adusto que no hablaba español. Entonces recién me di cuenta que estaba en Estados Unidos...

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Estaba sentado en la sala de embarque esperando a ser llamado... estuve leyendo un rato para matar el tiempo. Pero nunca fui llamado... ya no había asiento para mí...tendría que tomar el otro avión que salía a las 6.30...Así que decidí llamar a mi familia en Perú para que le avisen a mis tíos que llegaría tarde a Atlanta....

Mi hermano me informó que una amiga en común estaba también en el mismo aeropuerto, me dio su celular y no dude en llamarla. Efectivamente estaba en el mismo aeropuerto y a tan solo 7 salas de embarque de donde yo estaba...Su advenimiento, lo entiendo ahora, no fue por pura casualida. Estoy seguro que fue eviada por Dios para poder hacerme compañia y saciar mi hambre, recuerden que no había probado comida desde las 7.00 de la mañana...Pero sobretodo para poder hacerme compañia y guiarme en mi viaje, es que su esposo es Piloto de la misma aerolínea donde yo viajaba. Entonces él me podía decir cómo se encontraban los vuelos y si es que había espacio para mí....Por estas razones la espera en Miami no la sentí mucho....ella tomo su avión como a las 8.00 p.m y yo tenía que espara el vuelo de las 10.15 de la noche...

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Hay un anécdota que no puedo dejar pasar....cuando estaba por tomar el segundo avión para Atlanta (es que había perdido el primero)... La encargada cita mi nombre y el de un señor, y nos comunica que solo quedan dos asientos pero que estan comprados y que sus compradores todavían no llegan, y faltan tan solo cinco minutos. Ella nos dijo que pasemos, que caminemos por la manga hasta la puerta del avión y que nos quedemos ahy a esperar...Estabamos esperando...yo solo quería entrar, pero para mi desgracia la encargada entro a paso veloz con dos personas atrás... eran los que habían comprado el asiento y bueno... nos pidió disculpa y nos saco de ese lugar...cuando salí, vi que mi amiga estaba absorta en su sudoku, pero cuando subio la mirada y me vio se sorprendio. Llamamos a mis padres y les conte como se me había quemado las ilusiones en la puerta del horno, o del avión mejor dicho.....

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Eran como las 8.30 y la sala de embarque estaba llena, así que decidí ponerme a ver una película en la sala de embarque que estaba atrás de la mía y se encontraba desierta. La película la vi en el DVD portátil que mi hermano me prestó y fue mi acompañante en toda esta travesía...me sumergí tanto en la película, eso me suele pasar con frecuencia que casi vuelvo a perder mi avión (esta era un mal hábito que estaba adquiriendo).

Me acerque a las 9.45 a la puerta de embarque, pensando que todavía había tiempo, pero para mi sorpresa la encontré vacía. Vi a algunas personas en el mostrador así que me acerque y una jovencita me preguntó que es lo que necesitaba. Le di mi nombre y le dije que tenía que tomar el avión para Atlanta. Ella me busco en la computadora y me dijo que me había sido uno de los primeros en ser llamados. Me disculpe y le pregunte, resignado, si es que habría algún asiento para mí. No importa si fuera en la cola del avión, pero lo único que deseaba en ese momento era salir de ese aeropuerto e ir a Atlanta...

El vuelo duro un poco más de una hora, parece que el piloto le puso nitro al avión pero al fin llegó el tiempo de aterrizar, no me había dado cuenta pero ya estaba en Atlanta...Tome mis maletas, pague cuatro dólares por usar el coche de carga y proseguir a encontrar la salida de este último aeropuerto, al menos por el momento, y poder descansar en la casa de mis tíos....y ver lo que Atlanta tenía preparado para mí

Pero para descubrirlo tendrán que esperar hasta el siguiente capítulo de esta emocionante crónica......

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